Ahora que muchos países de latinoamerica buscan la ampliación de su oferta exportable y en particular en el caso peruano donde tenemos una amplia política de apertura comercial a través de los Tratados de Libre Comercio (TLC´s) en particular los establecidos con gigantes como EE.UU. y la China, es bueno mirar la manera en que podríamos potenciar la industria de la moda.Tres países: Brasil, Argentina y Colombia dominan el mercado regional en esta industria que mueven US$ 400.000 mil millones anualmente. Solo Colombia genera ventas por el orden de US$ 2.000 millones de dólares en sus ventas a , Estados Unidos, México, Ecuador y Perú. Algo digno de tener en cuenta. Lejos todavía estamos en el Perú de alcanzar la efusión de Universidades y Escuelas con que cuentan, Argentina, Brasil y Colombia dedicados a la industria de la moda y ello a pesar de nuestra abundante iconografía y tradición textilera. Si bien hemos avanzado algo en los últimos años y ello se expresa en un evento como el Peru Moda que organiza PromPerú . No alcanza este todavía la transcendencia que pueden tener dentro de su industria sus similares Brasileños y Argentinos como la la Sao Paulo Fashion Week, la Fashion Rio o la Buenos Aires Fashion Week.En la actualidad los empresarios textiles de nuestro país se encuentran apostando principalemtne hacia los mercados de Venezuela, Colombia, Chile y Ecuador principalmente hacia los mercados de Venezuela, Colombia, Chile y Ecuador donde cuentan con las facilidades propias del pacto andino. No obstante en el mercado interno la abundancia de productos textiles procedentes de la china provoca algunos resquemores en el empresariado nacional.Se plantea entonces el reto de competir frente a ese gigante de los precios bajos que es la industria textil china dentro del propio mercado. Una forma de salir adelante en ese difícil problema es aplicar la estrategia Slow cost al estilo de las multinacional sueca H&M, que ha impuesto una tendencia democratizadora en el mercado de alta costura proveyendo a las clases medias del acceso a productos de los diseñadores más exclusivos como la casa Comme des Garçons o del estilista británico Matthew Williamson, en su afán de combatir la tendencia declinante en el consumo de alta costura que se avecinaba con la crisis.Diseñadores hay, creatividad y precedentes también y no sería raro que en algún momento la industria textil peruana se aplicara a algo como lo planteado para combatir la invasión de textileria china en nuestro propio mercado. Es cuestión de esperar.Referencias: americaeconomia
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