sábado, 23 de octubre de 2010

Contradicciones peruvianas

Machu Pichu, Peru

Somos un país que avanza, no es para tomarlo con arrogancia ni dormirse en los laureles per ahí estamos. La economía peruana creció en 9,22% interanual  durante el mes de agosto del presente año; los pronósticos más conservadores hablan de una tasa de crecimiento anual de 8% este año y se trata de un crecimiento principalmente por la demanda interna que empieza a desplazar a la actividad minera como nuestra principal rubro de desarrollo económico, tenemos 12 meses acumulados de crecimiento económico y en un entorno internacional de crisis económica. Mejor imposible dentro de los parámetros en que nos desenvolvemos.


Mas alla de todo lo mencionado, las proyecciones de entidades internacionales como el BID apuntan a un cierre significativo entre nuestros niveles de ingreso con los de las naciones más desarrolladas alrededor de nuestro segundo bicentenario de la independencia en el 2021. Deberiamos pues esperar lo mejor y que nuestros futuros gobernantes nos sepan guiar con mano firme hacia esa meta tan ansiada de la prosperidad económica y la consiguiente paz social.

Cierto es que por otro lado todavía hay mucho pan por rebanar para consolidarnos como una nación en camino al desarrollo y ello por más avanzados que estemos en relación con otros  vecinos como pueden ser Ecuador, Bolivia o Paraguay. El gran problema de la educación por ejemplo y la brecha en infraestructura y ni mencionar el tema de las institucionalidad y la reforma del sistema político son puntos clave en nuestra agenda nacional que aun no hallan solución desde la década de los 90 y hasta la actualidad. Nos falta aun mucho sacrificio, muchas esperas y muchos más visión de nuestros políticos y de la sociedad en su conjunto para perdernos en el triunfalismo pero quizás ya tengamos el primer piso y no habría razones para preocuparnos por el resultado de las últimas elecciones.

Sin embargo tal y como antes seguimos en la espera del próximo proceso electoral tal y como la oveja podría esperar ir al matadero, con la misma actitud resignada y con la cabeza gacha; esperamos elegir entre el malo, el menos malo y hasta el peor, ya ni hablar de lo que esperamos para el congreso la institución representativa por excelencia de la decadencia de la clase política peruana y su orfandad programática. Diera la impresión es que si algo nos coloca en el buen camino es un tanto la suerte y un tanto la incapacidad de las agrupaciones representativas del anti sistema de ponerse de acuerdo en sus fines, nuestra suerte sin embargo corre el riesgo de perderse en cada elección que afrontamos y mientras no acaben de nacer una izquierda renovada y una derecha consistente las cosas seguirán como hasta ahora con un modelo hasta el momento exitoso pero incapaz de dar el siguiente paso.

¿Dónde están los llamados a defender y dar consistencia al modelo para superar sus limitaciones? Obviamente me pregunto ¿Dónde están los liberales? Obvio que en muchos lugares pero arrinconados principalmente en la practica académica, dedicados a la discusión pero no donde las papas queman. No es sorprendente que no haya un partido liberal en el Perú, lo sorprendente es que no hallan diez o cien partidos reivindicando y compitiendo  por el espacio.

Aceptemos que con los liberales peruanos pasa lo mismo que con algunas otras corrientes, que cada uno es potencialmente una secta o una herejía ¿Dónde están esas capillas que no hacen acción política?

No menciono que no haya un fuerte movimiento liberal en el Perú por el contrario existe y es grande pero por alguna razón el liberalismo crecido culposo y hasta ahora inviable como forma de acción política que es donde es necesario que se oriente al menos una parte del movimiento sino su totalidad ¿Por qué razones el liberalismo peruano no ha podido desarrollarse como alternativa política luego de la debacle del movimiento libertad? ¿Por qué no existe una constelación de movimientos o hasta círculos tratando de copar ese espacio?

En los últimos años el partido Adelante está tratando de abrir ese espacio, todavía es demasiado pronto para saber si tendrá o no tendrá éxito en el intento pero sorprende que sea el único esfuerzo con alguna viada en casi toda una década. Sorprende la contradicción existente en un movimiento donde abundan cuadros preparados y con ideas claras pero donde muy pocos o casi nadie quiere asumir la tarea de dar vida y razón a esta corriente más allá del ámbito académico y justo cuando más se le necesita.

Tenemos pues un  escenario contradictorio en el Perú habiendo numerosas razones para la esperanza en medio de un mar de desesperanzados y todo el liberalismo como movimiento o varios movimientos debería decir potencialmente existentes pero sin capacidad o interés real para ejecutar la acción concreta de la participación política al menos en el corto plazo.

Contradicciones estas que tienen que resolverse para bien de nuestra patria, el desgano es también un enemigo importante a vencer y  una brecha que superar si es que queremos que los mejores escenarios posibles se alcancen de cara al bicentenario.

Imagen: YoTuT

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