Sigo sin agarrarle gusto al twitter y no le encuentro razón de
ser. Se de muchos que no pueden vivir sin el aditamento de marras, pero en mi
caso el aditamento de marras no pasa de mera herramienta informativa, muy
concisa y muy practica para enterarme de los titulares de algunos medios o de
hechos de reciente suceso, pero nada más alla.
Todavía me suelen fastidiar algunos tweets del
tipo: “Me fui a comer”, “Ya regreso” y cosas parecidas. En mi caso, la más de
las veces 180 caracteres me parecen insuficientes para expresarme y menos aún para sostener una discusión medianamente organizada.
Esa extrañeza pertinaz entre el Twitter y mi persona, parece no
afectar a los 100 millones de usuarios cotidianos generadores de 250 millones
de mensajes y que en base a una tasa de fidelidad del 50%,
parecen adorar esta aplicación que ya alcanza una valuación en el mercado de
5800 millones de euros.
Imagen: noelcarrion
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