sábado, 2 de enero de 2010

La paradoja de Fermi

Mientras blogueaba en genciencia me encontré un interesante comentario sobre la ecuación de Drake referida al cálculo de probables civilizaciones extraterrestres en el universo conocido (para quienes estén interesados en estos temas, les sugiero la lectura de "Cosmos" de Carl Sagan o “la Estrella de Belén” de Isaac Asimov). Y me vino a la memoria la paradoja de Fermi, llamada así por su descubridor el físico, Enrico Fermi, quien en 1950 a la pregunta de: ¿Si existen numerosas civilizaciones avanzadas en el universo? Respondía ¿Dónde están? ¿Por qué no las encontramos?


La paradoja de Fermi plantea asombrosas y a veces aterradoras conclusiones sobre el futuro de la humanidad como civilización y como especie. De acuerdo al propio Fermi, esta situación podría indicar que dado un cierto nivel de desarrollo la tendencia natural de la vida inteligente es la autodestrucción. Esta creencia está enmarcada dentro de los temores propios del surgimiento de la era nuclear y el auge de la guerra fría.

En la ciencia ficción la impronta de esta paradoja se puede observar en sagas como Pórtico de Frederik Pohl y Centro Galáctico de Gregory Benford, donde fuerzas extrañas coaptan el desarrollo de la vida inteligente. En los comics de la editorial Marvel, Galactus el devorador de mundos, es un forma de personificación de la paradoja de Fermi.

De vuelta al plano de las ciencias los argumentos de los defensores de la paradoja de Fermi se apoyan en que dado cierto nivel de desarrollo, las emisiones radiales de cualquier civilización oscurecerían su estrella madre en alguna parte del radio espectro. Siendo que la civilización humana ha estado oteando el espectro durante los últimos 30 años a través del programa SETI asi como otros similares y hasta la fecha no se encuentran señales de vida inteligente y que por otro lado tampoco hemos recibido de manera pasiva alguna señal que sindique la posibilidad de vida inteligente en el exterior, cabe suponerse la inexistencia de estas o su pronta caducidad.


Los contrarios por su parte argumentan el escaso tiempo que tenemos como civilización apenas unos 5000 años y por otro lado el aun menor tiempo con el que contamos con los medios que posibiliten la detección de vida alienígena. Por otro lado cabe la posibilidad de que civilizaciones más avanzadas hayan encontrado otros medios para comunicarse e incluso que su tecnología o la dispopnibilidad de sus recursos los hayan llevado por caminos alternos de desarrollo. Las enormes distancias del universo también juegan en contra de la paradoja de Fermi. Las señales de radio tienen que recorrer millones de años entre un punto y otro del universo y podrian exceder largamente el tiempo de vida de las civilizaciones por lo que no son el indicador adecuado para afirmar o contradecir la existencia de otras formas avanzadas de vida inteligente en elcosmos. Un dato a cobsiderar es como señala el autor del post que dio inicio a esta reflexion sobre la paradoja de Fermi, es que tomando en cuenta los actuales conocimientos sobre los posibles valores a considerar para la ecuacion de Drake;ciertamente no serian muchas las posibilidades de que dos civilizaciones avanzadas pueden desarrollarse dentro del mismo intervalo de tiempo y existir durante todas las eras necesarias para entanblar algun tipo de comunicación entre ellas.

Asi que de momento todo indica que las vacaciones en Gaminedes para el proximo año quedaran

Imagen: trinityeyes

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