La semana que paso no fue nada buena para la consolidación de la Internet, por un lado la detención arbitraria de una joven blogger de apenas 19 años por tener la osadía de publicar un poema en su propio blog por parte del gobierno sirio y por el otro y respirándonos en la nuca a todos los hispanohablantes la promulgación el pasado 19 de este mes de la polémica ley Sinde de parte del gobierno español.
Por si fuera poco el presidente venezolano, Hugo Chávez, (alias el inefable) después de lanzarse con todo en pro de establecer límites al internet ahora pretende desdecirse y lanza la amenaza mil veces peor que la censura de contaminar el ciberespacio con su pensamiento guía. Ya tiene TV, Radio y ahora se lanza con sus bravuconadas a la conquista del ciberespacio. Démosle gracias al cielo que Bush jamás se propuso lo mismo. La red ya sería un páramo.
En el Perú no nos hemos quedado al margen de todo esto. La denuncia de Armando Massé, presidente de la APDAYC (Asociación Peruana de Autores y Compositores) contra el periodista Mario Sifuentes, también conocido en el ciberespacio como Ocram, creador del popular Útero de Marita ronda los límites del ultraje a la libertad de expresión. Una demanda de ese tipo no debería ser aceptada en ningún juzgado.
Lo terrible del caso del periodista Mario Sifuentes es que podría marcar la pauta de lo que podría ser la estrategia de la APDAYC en cuanto a tratar de silenciar todas las voces críticas que se hagan contra ella. Cualquier cibernauta por no hablar ya de un blogger tan conocido como el Sr. Sifuentes, estaría a merced de las garras de la industria cultural peruana en su intento por apuntalar su modelo de negocio.
Nos enfrentamos ante una amenaza que pasa del estado latente al real y que apunta directamente a la neutralidad de la red y el ejercicio de los derechos civiles. La libertad de expresión de todos los peruanos está siendo amenazada por esta demanda y no por una dictadura sino en pleno ejercicio democrático.
Habíamos dicho en anterior comentario que los enemigos más peligrosos del ejercicio de los derechos civiles en la Internet, no están entre los que tienen motivación ideológica o política. Los enemigos más peligrosos de la libertad en Internet están entre los que detentan el poder económico y que pueden y no lo dudemos lo harán influenciar al poder político para coaptar nuestro derecho en el nombre mismo del derecho. Ahí es donde está el verdadero enemigo que acecha a los cibernautas y la neutralidad de la red y el caso de la demanda contra Ocram es la primera batalla de una guerra que ya desembarco en nuestras costas.
Desde este modesto espacio quiero expresar toda la solidaridad de la que soy capaz para el destacado periodista y blogger así como la esperanza de una apabullante victoria ante los tribunales.
Muy interesante, bien explicado y sin banderas.Te he enlazado.:)
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