Sin querer queriendo supere una de las metas propuestas para el 2010 ¿Cuál era? Pasar de los 50 post en este humilde blog. Y lo mejor de todo es que lo logre durante el segundo mes del año, entonces un indefinido futuro de nuevos post me esperan.
Dicho sea de paso también en lo personal estoy ya a punto de superar algunas de las modestas metas planteadas al iniciar el año y me apuro por tanto a plantearme otras que den sostenibilidad a los siguientes pasos de mi jornada. El sistema que al me aplique funciono después de mucho y creo que durante la última semana ese relajo, ocasiono en mi esa cierta sensación de alegría soporífera propia de quienes logran arribar a un pequeño oasis tras una larga caminata.
Esa es la razón por las que esta semana no he podido mantener la periodicidad que había alcanzado con mis entregas previas en este pequeño espacio que comparto con algún amable y ocasional lector.
Y ya que tengo que superar mis metas este pequeño bache me da ocasión para recordar los famosos bloqueos que ocasionalmente fastidian la labor del blogger.
Simplemente sucede que la inspiración falta y simplemente nos mueven las ganas de abandonar la partida sin más ni más. En algunos casos el bloqueo dura semanas y meses, quizás años en que muchos abandonan estos proyectos de exhibicionismo que damos en llamar blogs.
En esos casos lo mejor es tomarse un respiro. El respiro suficiente para que algo en nosotros nos diga que hay algo que vale la pena decir o sobre lo que en verdad nos interesa opinar. Puede tardar el proceso, puede tardar y las circunstancias de la vida nos llevan por diferentes lugares y el blog personal es el primer llamado a pagar las consecuencias de nuestras faltas de tiempo.
Ese problema afecta incluso en quienes quisiéramos tomar con seriedad el tema del blog. Pero la auto expresión es algo difícil de mantener en medio de un horizonte tan competitivo como el actual y el vacio creativo es una realidad del tamaño de un iceberg. Mala combinación para un blogger eventual.
En esos casos yo recomiendo tomar un respiro, hacer una pausa y simplemente relajarse y esperar después de todo hay un mundo afuera más allá del computador.
Saludos amable e hipotético lector.
Nos leemos.
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